Zapatos nuevos y sopa de almendras

Zapatos nuevos y sopa de almendras

PABLO TRABAJA EN RECURSOS HUMANOS.

VICTORIA VENDE BILLETES EN LA ESTACIÓN DE ATOCHA.

AMBOS VAN A ENFRENTARSE A LA PEOR ENTREVISTA DE TRABAJO DE SUS VIDAS.

Y VAN A DESCUBRIR QUE ENAMORARSE NO ES TAN FÁCIL COMO CAMBIAR DE ZAPATOS.

Pablo, empleado en Recursos Humanos, busca cubrir un puesto vacante. Entre los candidatos se encuentra Victoria, que vende billetes en la estación de Atocha y sueña con trabajar en algo relacionado con lo que estudió: Periodismo. Pero la entrevista es un desastre. Victoria siente que ha hablado demasiado y que ha estropeado su oportunidad cuando ha contado cómo su madre entró un día en casa enrollada en una alfombra. Unos días después, Pablo descubre en una cena con su jefe que Victoria no es la única persona cuya madre ha aparecido envuelta en una alfombra, por lo que decide ponerse en contacto con ella. Comienza así una curiosa investigación que los llevará a descubrir algo que ninguno de los dos contemplaba: el amor.

Te cuenta Begoña:

De mi madre y de mi hijo

Madre mía, qué ilusión escribirte esta carta y saber que ya puedes calzarte estos zapatos…

Están hechos a mano, claro. Me llevó muchísimo tiempo terminarlos.

Empecé a escribirlos como hija, intentando desesperadamente comprender a mi madre, y que ella me comprendiera, y quererla mejor. Pero, claro, no podía hacerlo directamente. Ya se sabe que hay toda una generación a la que, si le dices «te quiero», puede darle un patatús. Entonces lo que hice fue inventarme una historia, una historia bonita, una comedia romántica que pudiera gustar a mi madre pero…

Lo dejé.

Pasaron los años y, mientras mi hijo iba creciendo, me centré en el público más difícil y exigente: la infancia. Escribí cuentos bonitos, historias de ardillas, dragones, unicornios… Empecé a escribir ‘Misterios a domicilio’, carta a carta, la primera vez que mandé a mi hijo de campamentos, como forma de consuelo. El décimo libro de ‘Misterios a domicilio’ se publicó justo cuando cumplía 18 años. Está dedicado a él «por quien existen estos misterios, de regalo de cumpleaños, porque, [esto pone en la dedicatoria] aunque te hagas mayor, siempre escribo para ti».

Ahora mi hijo es un universitario, grandísimo y exigente lector para el que yo había prometido escribir siempre. Así que volví a coger estos zapatos, los terminé esta vez queriendo que un joven supiera lo mucho que vale la pena mirar a los ojos de otra persona y sentir ese desmayo que llaman amor.

Acabé por fin la novela y se la di a leer.

Lo tenía enfrente cuando terminó de leerla, al otro lado de la mesa, en un vagón que nos llevaba a París. Lo veía sonreír de vez en cuando y poner en el manuscrito tics de aprobación a lápiz.

«Es buenísimo, mamá», me dijo al fin. No es algo tan fácil de oír de su boca.

Ojalá a ti también te guste y sonrías parecido al conocer esta historia. Y ojalá esta sopa de almendras te reconforte. Está hecha con todo mi cariño.

Un abrazo,

Begoña Oro

Y esta carta explica por qué publico ahora una novela de adultos. En unas horas llega a las librerías. ❤️

Editorial:

Publicación: enero 2025

ISBN: 978-8401035876

Páginas: 296

Tipo: Tapa blanda

Libros relacionados

Yo escribo.
Rollo legal